LA RADIACIÓN SOLAR
El sol produce varios tipos de radiaciones que llegan a la atmosfera e influyen sobre nuestra piel.
Hay 3 tipo de Radiación Ultravioleta (UV):
- UV-C, muy dañina, pero que se queda casi toda fuera de la atmósfera.
- UV-B, (0,1% de la radicación que recibimos): produce un efecto inmediato de sensación de quemadura, daña el ADN de las células, y causa la mayoría de los cánceres de piel. Mayor incidencia e intensidad en verano.
- UV-A, (4,9% de la radiación que recibimos): produce un daño más en profundidad en la piel, contribuyendo a su envejecimiento y a algunos tipos de cáncer. Estable durante todo el año.
También recibimos radiación visible y radiación infrarroja que también influyen en nuestra piel:
- Luz visible (39 % de la radiación que recibimos): se acumula en la dermis, influye en el envejecimiento prematuro, la aparición de manchas y el cáncer cutáneo
- Radiación infrarroja (56% de la radiación que recibimos): acelera el fotoenvejecimiento al aumentar la degradación de colágeno y disminuir su síntesis.
¿QUÉ ES EL SPF?
- Es el factor de protección solar (FPS). Nos informa de la protección frente a los rayos UV de tipo B, que son los mayores responsables de los efectos perjudiciales del sol (quemaduras, cáncer,…).
- Es recomendable utilizar un FPS como mínimo de 30, pero yo recomendaría que en niños utilizáramos siempre FPS 50.
- Lo que nos dará una mayor confianza y garantía en un protector solar es que especifique claramente el FPS, y sobre todo si éste ha sido asignado con el método COLIPA.